Comenzamos el siglo XXI empezando a
conocer un nuevo concepto, la Responsabilidad Social Empresarial.
Hemos definido este
concepto en textos anteriores, pero es bueno refrescar que se conoce como
responsabilidad social empresarial o corporativa (RSE o RSC) a “la contribución activa y voluntaria al mejoramiento
social, económico y ambiental por parte de las empresas,
generalmente con el objetivo de mejorar su situación
competitiva, valorativa y su valor añadido”.
En nuestro país, la
Responsabilidad Social Empresarial tiene un largo camino a recorrer. Recién se
están dando los primeros pasos. Las empresas hacen campañas, generalmente “marketineras”, que tienden a mostrarse bien
frente a la sociedad, pero sin reglas claras ni conceptos presentes.
Pero nosotros, los profesionales, que estamos
haciendo en cuanto al tema. Si las empresas argentinas, están haciendo muy
poco, los profesionales, obviamente, mucho menos.
El concepto nuevo que se desprende del anterior, es el de
Responsabilidad Social Profesional (RSP) y la podemos definir como “la
capacidad que tenemos de desarrollar e implementar estrategias de RSE que
consiga generar valor para todos los involucrados, con o sin que la empresa que
la genera quede al margen”. Los profesionales del sector capaces de liderar
estrategias efectivas, son un desafío que requiere de algunas cualidades que no
abundan.
En primer lugar debemos
decir que la RSP no es una imposición,
es una opción y como tal, quien renuncia a ella, debe hacerlo con altura de
mira, entendiendo que para crear un mejor hogar, para crear un mejor país,
una mejor sociedad, es imposible dejarle esa tarea a otros, si no parte por
uno, y que mejor que haciendo lo que uno mejor sabe hacer, tu profesión.
Los profesionales
debemos ser consientes como debemos responder a la sociedad. Con compromiso
social, tomando la iniciativa, siendo proactivo y participando en la
construcción de lo que queremos como sociedad.
Actualmente, las
universidades u otros sectores educativos de la sociedad, no capacita ni
concientiza a los futuros profesionales en la materia y cuando este ingresa al
mercado laboral, no puede introducir conocimientos previos, encontrándose con
iniciativas que puede o no estar de acuerdo.
Al igual que
emprededurismo, el sector educativo no introduce como materia de grado la RSP y
se pierden tiempos y oportunidades que más adelante nos puede costar más de lo
necesario.
Si existen iniciativas
privadas individuales y la que mas rescato es la de Ingenieria Sin Fronteras (http://www.isf-argentina.org/)
es una asociación interdisciplinaria de cooperación para el desarrollo, sin
compromisos partidarios ni religiosos, que trabaja investigando, promoviendo e
implementando estudios y proyectos de ingeniería que permitan mejorar la
calidad de vida de las personas.
El Estado, a través de
su Sistema educativo, debe tomar conocimiento de esta nueva iniciativa que es
incipiente y debe ser tenida en cuenta, si realmente se quiere tener conciencia
social y ambiental.
Entre tanto, los
profesionales tomemos conciencia que no es posible esperar que el Estado,
las empresas o las instituciones internacionales "resuelvan" nuestros
problemas, o de nuestra sociedad. El cambio parte desde cada uno de nosotros. Cada
uno de nosotros, teniendo en cuenta es esfuerzo que nos llevo conseguir los
conocimientos adquiridos, debemos ser consientes que debemos volcarlos de
alguna forma hacia la sociedad, para que otros tengan las mismas posibilidades
o aprovechen nuestras ideas e ingenio.
El desafío está
planteado y tengo muchas expectativas que tenga un buen final. Depende de
nosotros, los profesionales.
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